Originariamente tenían jefaturas fuertes, generalmente hereditarias. Estaban adiestrados para la guerra y así lo demostraron por la resistencia ofrecida a los españoles.
La familia monogámica era el núcleo vital de la comunidad, destacándose la poligamia entre los caciques
Actualmente algunos viven dispersos y otros en comunidades organizadas como la de los Amaincha del Valle y el pequeño grupo de los Llampas. Hoy se nuclean para luchar por sus derechos y por su tierra.