Se estima que la presencia de esta sociedad en Tierra del Fuego es 7.500 años antes del presente (5.600 a 5.554 años A.C.), registrada en el marco de una investigación de un sitio arqueológico en un sector llamado Punta Guerrico en la Isla Navarino, específicamente a través del sondaje de un fondo de habitación, base de la vivienda de los pueblos originarios.(1)
En 1869 misioneros anglicanos fundan la misión Ushuaia, en la costa norte del Canal Beagle, construyeron viviendas, una iglesia y una escuela para desarrollar sus actividades educativas y evangelizadoras. Dicha misión se convirtió en un centro de atracción para los indígenas del área llegando a albergar en 1880 aproximadamente 300 Yámanas en forma permanente y siendo visitada anualmente por más de 1500 indígenas.
El constante arribo de extranjeros, cazadores de lobos marinos, buscadores de oro y agricultores que se asentaron en el antiguo territorio Yámana, alteraron drásticamente sus modos de vida, su hábitat y sus costumbres. Hacia 1890 ya existía una colonia de más de 300 croatas en dichos parajes.
El auge de la actividad minera y el comercio en las islas al sur del Beagle, llevaron al gobierno chileno a fines del siglo pasado a desarrollar un plan de colonización en la zona.
A partir de 1891, la Gobernación de Magallanes otorgó sucesivas concesiones provisorias de los terrenos de la Isla Navarino a favor de colonos particulares. A comienzos del siglo XX, las tierras ancestrales de los yamanas fueron ocupadas por extranjeros. (2)
Por otro lado se realizaron ejercicios de tiro que realizaban los navegantes europeos contra los isleños al atravesar los canales o los envenenamientos organizados por los loberos, necesitados, al igual que los colonos, de territorios limpios.
Las epidemias parecen haber sido determinantes en la extinción de esta cultura. Fueron famosas la de sarampión en 1884 y la de neumonía y de tuberculosis en 1886 en las que los Yámanas, concentrados en la misión anglicana, murieron por centenares. (3)
Desde comienzos de siglo y hasta la década del sesenta, los escasos sobrevivientes yamanas buscaron refugio en las áreas de Puerto Remolinos (Argentina), como en Mejillones e Isla Navarino en Chile. Sin embargo, estas fueron concesionadas también a colonos.
A fines de los sesenta, por órdenes de las autoridades navales de Puerto Williams, los residentes en Bahía Mejillones comenzaron a ser erradicados a Villla Ukika, distante a 2 Km. de la citada base de la Armada. Ello, porque se pensó en la conveniencia de acercar a esta población a los servicios que existían en la localidad, tales como el Hospital, la Escuela y la Policía, por lo que de esta forma la última familia abandona Mejillones en 1971.
Ortiz Troncoso antropólogo chileno, realiza un estudio entre 1971 y 1973 sobre la población Yámana, la que en ese momento no superaba las 50 personas, encontrándose en un avanzado estado de aculturación, producto de la implementación de los programas sociales que no contemplaron la particularidad social y cultural de dicho pueblo.